¡Doná sangre! En treinta minutos se pueden salvar tres vidas

¡Doná sangre! En treinta minutos se pueden salvar tres vidas

SALUD   /   06-11-2019   /  A+ | a-

La Fundación Hematológica Sarmiento procesa y suministra, desde hace 25 años, los hemocomponentes necesarios para la realización de una medicina transfusional de excelencia con un único objetivo: salvar vidas. Desde el 2010, FUHESA trabaja en conjunto con nuestro sanatorio de alta complejidad “Sagrado Corazón” cubriendo las necesidades de los/as compañeros/as de comercio que allí se atienden. ¡Conocelos!

A FUHESA la componen ochenta personas que laburan a pulmón. O corazón puro, si nos mimetizamos de lleno con su objetivo del día a día que es salvar vidas, a través de la donación de algo tan vital como irreemplazable para nosotros: la sangre. 

“Procesamos 108.000 hemocomponentes anuales que son distribuidos a los servicios de medicina transfusional – SMT -, con el objetivo de abastecer de sangre ‘Just in Time’ a los pacientes que la requieren en base a una población estimada de 6.500.000 de habitantes ubicados en la Pcia. de Bs. As. y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, pregonan a través de la página web de la Fundación.

Desde el año 2010, esta organización, que posee cuatro sedes en todo el país, y que tiene su principal espacio ubicado en “Campo de Mayo”, trabaja codo a codo con nuestra obra social, llevando adelante entre 1300 y 1400 transfusiones de sangre por mes a pacientes de nuestra obra social OSECAC.

La entidad que trabaja en el área de hemoterapia del Sagrado provee un servicio de, literalmente, vital importancia, y así lo hacen saber al ingresar a su espacio dentro del sanatorio, con un cartel amarillo con letras fluorescentes que nos indica: “En 30 minutos, salvás tres vidas”. 

Pero...¿Cómo es posible que un donante pueda ayudar hasta a tres personas? Guadalupe Suárez, técnica en esta materia, nos detalla: “La sangre se divide en tres componentes: glóbulos rojos, placas y plaquetas. Con esto, podés salvar hasta tres vidas. Hoy por hoy, la gente se acerca más por un familiar, o un conocido, más que porque es consciente que puede salvar vidas. Son muy pocos los voluntarios que se acercan porque sí.” 

Y es en éste último punto donde radica el gran trabajo que realiza la fundación. Su dedicación es a toda hora, todos los días, aunque las demandas y complicaciones aparecen en el camino y complican un proceso tan noble como el de asistir a un enfermo. “Cuando el donante no se acerca, nosotros tenemos que hacerlo”, sentencian, comentando que muchas veces salen con una camioneta a, por ejemplo, clubes de barrio, para reclutar donantes, en una jornada que no sólo requiere de la movilización de, mínimo, seis personas, sino también de todo el equipamiento. 

“Nosotros queremos que se acerquen a donar, aunque no tengan a nadie internado, sino que sea voluntariamente.  Nos gustaría que la gente piense que el día de mañana ellos pueden necesitarlo, ya que se calcula que, a lo largo de nuestras vidas, siete u ocho de cada diez personas van a necesitar una transfusión de sangre.”, nos describe Paola Faranda, encargada de captación de donantes.

Ante este panorama de alta demanda, nuestro ‘Sagrado Corazón’ dispone de todo lo necesario para que esta fundación desempeñe de la mejor manera su función, esperando que cada uno de quienes integran la solidaria familia mercantil también aporten su granito de arena. 

Cuando te llamen, cuando estés cerca, cuando te animes, no te olvides: “Con sólo 30 minutos, podés salvar vidas. Es algo maravilloso. La sangre no se fabrica, y es por eso que donar es muy importante”. 
 

¿Quiénes pueden donar sangre?

“La persona puede concurrir cada dos meses a donar, deben ser sana, pesar más de 50 kilos, no haberse realizado piercings ni tatuajes dentro del último año, al igual que cirugías. Tienen que haber consumido un buen desayuno, pero es importante evitar lácteos y grasas. Si tiene alguna enfermedad, no puede donar”. 

¿Cuánto demora la donación?

“En tiempo real, sin espera, es media hora. Lo que es la entrevista debe durar 10 minutos, como mucho. Se le toma la presión a la persona, se la pesa y le hacen preguntas personales en un momento muy privado entre el médico y el donante. Es el médico quien determina si está apto o no para donar. En caso de estar en condiciones la persona dona y a los pocos minutos ya puede consumir un refrigerio”.
 
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