¡Estos fueron los resultados de la final!
Torneo Metropolitano
Lugar: La Plata
Resultado: SEC CABA 1 - SEOCA 3
Torneo Nacional
Lugar: Mar del Plata
Resultado:
SEC CABA 4 - SEC Tucumán 1
SEC CABA 0 - La Boulaye 3
“Del segundo nadie se acuerda”, sostienen los defensores acérrimos del resultadismo. Podremos citar pocos ejemplos, es verdad, de elencos que sean recordados en la actualidad pese a no haberse llevado la copa. La “naranja mecánica”, comandada por Johan Cruyff es uno, por ejemplo. Sin embargo, este no es el caso, porque además de lo hecho dentro del campo de juego, los galardones argumentan lo hecho por los nuestros.
Pablo Bernaschina, profe que llegó hace tres años a ser parte de la conducción técnica del equipo, sabe de lo que habla. Pese a ser consciente del carácter lúdico que tiene este deporte en estos niveles, único lugar en donde pueden compartir con sus compañeros de trabajo por fuera del ámbito laboral como él lo define, toma con seriedad, junto al cuerpo técnico, el trabajo a realizar. Trazan objetivos, planifican, idean, entrenan y buscan impregnar una identidad con sus dirigidos, pese al escaso tiempo que se puede dedicar en la semana a la preparación física.
Claro, es difícil. Las faltas por necesidades laborales, contingencias de la diaria, la familia y diversos factores confluyen en que no siempre puedan ser los mismos los que estén disponibles. Sin embargo, hay material y hay compromiso. De los 20 conjuntos que participan del torneo interno organizado por la entidad mercantil porteña, 21 jugadores son elegidos para formar nuestra selección para competir en los torneos de FAECYS: un combinado “de bien pie”, y con hombres que supieron pasar por equipos militantes en los campeonatos organizados por la Asociación del Fútbol Argentino.
¡Conocé a todos los integrantes de nuestra selección!
Metropolitano: Matías Robles; Cristian Benedetelli; Martín Graziano; Maximiliano Quinteros; Cristian Javier Jiménez; José Granero; Franco Benedetelli; Víctor Piqué; Alejandro Acevedo; Maximiliano Abileira; Lucas Parra; Emiliano Cantero; Alejandro Crusich; Adrián Alejandro Mollont; Samuel Gutiérrez; Gerardo Hernández; Néstor Alberto Basualdo; Emanuel Arévalo; Claudio Calvet; Santiago Sanguinetti; Sergio Córdoba.
Nacional: Matías Robles; Cristian Benedettelli; Cristian Jiménez; José Granero; Franco Benedettelli; Alejandro Acevedo; Lucas Parra; Emiliano Cantero; Adrián Mollont; Néstor Basualdo; Claudio Calvet; Matías Ceballos; Víctor Piqué; Maximiliano Abelleira; Samuel Gutiérrez; Gerardo Hernández; Andrés Pisera; Jairo Loza; Emilio Sánchez; Luciano Arguello; Facundo Vega.
Cuerpo técnico: Luis Robles (delegado) José Alberto Lía (Técnico), Pablo Bernaschina (Ayudante de Campo).
Víctor Piqué, ex futbolista de la UAI Urquiza, que milita en la “B Metropolitana”, personifica uno de esos casos. El Club Recreativo Ezeiza es su lugar de entrenamiento por excelencia. En micro o en auto, se acercan a practicar una vez por semana, generalmente los martes o miércoles a partir de las 15:30 hs. Acá no hay “RiverCamp”, no hay “Centro de Alto Rendimiento” como en Independiente, pero sí hay disciplina. En el predio de la familia mercante, o en cualquier punto en común que quede más o menos cerca para todos, hay conos, hay banderines, hay direcciones técnicas y tácticas, hay exigencias, hay nivelaciones, hay ejercicios y hay fútbol. Porque para ellos no pasa por el mero hecho de ir a competir y nada más, hay un intento por llegar a lo más alto de todo.
Tampoco hay “espías” que vayan a ver a sus rivales, ni tecnología de alta calidad para filmarlos, ni televisores con DVD’s para ver videos de sus contrarios. Pero sí intentan conocer a qué y cómo juega el contrincante de turno. ¿Cómo? Todo muy casero y cordial. Levantando un teléfono, los técnicos se comentan cómo se paran, jugadas, formas de defender y atacar de los demás combinados. Faltan muchas cosas en este plano, pero también debemos ser agradecidos de que no exista ese recelo que tienen los técnicos de elite que intentan “esconder” a su formación para que sepan lo menos posible sobre ellos. Al final, amateur o profesional, Osvaldo Zubeldía tenía razón: “Ningún DT que se considere serio puede sacar su equipo a la cancha sin saber cómo juega su adversario”.
Los días de partido también tienen su simbiosis con el profesionalismo. El vestuario es un lugar de comunión para todos, aunque un tanto desaprovechado, porque los contratiempos existen y no todos llegan al horario indicado para compartir ese momento. Sin embargo, la música, las risas, las chicanas y las bromas del River-Boca están vigentes. Los profes ven esto como algo saludable. Se acercan, tratan de comunicarse, de saber cómo están, qué les pasó en la semana…el factor psicológico es tan importante como el físico y quieren que todos estén afinados a la hora de jugar.
Sale el equipo al campo de juego. La remera, con sponsor “Il Osso”, es de franjas azules y celestes, bien representativas, acorde a los colores históricos de la conducción de nuestro gremio. La Secretaría de Deportes y Recreación, y el Sindicato en general, contribuyen en todo lo posible para que sus representantes deportivos se sientan lo más cómodos posibles.
Arranca el partido y esa tela rígida, estirada por la presión de estar dentro de un short azul que con su elástico la apega al cuerpo, ahora parece una ola que se mueve por el aire al compás del viento. Cada quien tiene su dorsal. En el banco esperan los relevos. “Juegan los que mejor están”, pero también todos los que están. Porque no deja de ser un espacio de recreación, en donde cada trabajador pone su compromiso para asistir. La idea es que todos tengan minutos de acción.
El trabajo de José Alberti Lía y compañía dio sus frutos de forma temprana y con una vorágine que asusta. Sus números los respaldan. Un bicampeonato a nivel regional –en 2016 y 2017, las dos veces en la cancha de Lanús, contra Quilmes- un subcampeonato nacional, en Córdoba, un segundo puesto ante SEOCA, este año, en La Plata, y una tercera ubicación con los de todo el país en 2018 son sus credenciales.
“Nos tenían como candidatos”, resalta el “profe” Pablo, la cantidad de gente observando el cotejo ante los pares tucumanos en este nacional son muestra de ello. El “cuco”, palabra que en la jerga futbolera que denomina al máximo aspirante a levantar el trofeo, éramos nosotros, pero el cansancio y el desorden nos jugó una mala pasada.
El año que viene el objetivo va al unísono. Retomar los entrenamientos semanales, aprovechar más de su “vestuario” y lograr una aproximación por fuera de los días de partido, como José Pastoriza hacía en el “Rojo”, con sus tradicionales asados en armonía con sus pupilos. Porque acá también hablamos de proyectos y los mismos, lamentablemente, se sujetan a los resultados obtenidos.
Similitudes y diferencias. Nuestro equipo representa un combinado amateur con tintes de nivel. El buen pie, el pasado de sus protagonistas, su idea de juego y los títulos obtenidos son una clara muestra para el pasado y una exigencia de ir por más en el futuro. Acá, hay un potrero profesional.