Por Natalia Lorena Gonzalez
Secretaría de la Mujer y Protección de la Niñez


De repente se escucha que comienza a crecer, el sonido de manos sin edad que comienzan a bramar, la piel se eriza y me siento más unida, más conectada a esas miles y miles de mujeres que marchan y reclaman por sus derechos. A mi lado, las compañeras delegadas, compañeras trabajadoras y miembros de comisión directiva, juntos, unidas y unidos, sin importar si estabas en Buenos Aires, en New York, en Madrid, en China o en París.  Una sola voz, un solo grito inundó el planeta.

Desde mi rincón en este mundo, pude ver como comenzando en el Congreso de la Nación y hasta la plaza de Mayo desfilaban las mujeres junto a los carteles, las pancartas y las banderas reclamando una vez más que nos escuchen, que hay un formato cultural que nos mata, nos diferencia, nos excluye.

Recién en 1975, por decisión de las Naciones Unidas, el 8 de Marzo fue elegido para conmemorar a la mujer trabajadora y en ella celebrar a todas las mujeres.   La fecha coincide con la primera manifestación de mujeres trabajadoras textiles en 1857, 120 mujeres murieron en manos de las fuerzas policiales.   Tomó mayor notoriedad cuando en 1911 un hecho dramático en la historia laboral de los Estados Unidos se llevó la vida de más de 123 compañeras y 23  compañeros, quienes, a raíz de una huelga fueron encerradas en la fábrica de camisas donde trabajaban y asesinadas por  reclamar sus derechos. Las puertas de salida y de emergencia, fueron cerradas por el dueño para evitar robos y hurtos.

Como siempre es el movimiento obrero organizado pionero en el reclamo y defensa de los pedidos de las compañeras.  Hoy un siglo después podemos decir que no fue en vano, pero hay mucho por hacer.  

Este 8 de Marzo tuvo lugar en Nueva York la 63° sesión mundial de Naciones Unidas y allí se reunió la Comisión Jurídica y Social de la Mujer, fijando objetivos para lograr la igualdad de Género para el 2030.  Se discutió una nueva forma de plantear con inteligencia la necesidad de incluir en la ciencia, la tecnología, la industria a las mujeres, a su forma de ver y experimentar el mundo.


Igualdad de género en la Agenda 2030: objetivos clave

• Velar por que todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados escolares pertinentes y eficaces.
• Procurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria.
• Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo.
• Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos públicos y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.
• Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) también tomó la igualdad de género como uno de los objetivos a alcanzar a 2030.


Igualdad de género y empoderamiento de la mujer

• Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas.
• Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos públicos y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.
• Reconocer y valorar los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico no remunerado mediante la prestación de servicios públicos, la provisión de infraestructuras y la formulación de políticas de protección social, así como mediante la promoción de la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país.
• Velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública.
• Emprender reformas que otorguen a las mujeres el derecho a los recursos económicos en condiciones de igualdad.
• Aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas a todos los niveles.

A nivel nacional contamos con una cantidad de leyes que van de la mano con la perspectiva de género,  a modo de ejemplo, contiene especial mención en cuestiones de género y diversidad, es la ley 26.522 o conocida como LSCA (Ley de Servicios Comunicación Audiovisual) que entre otras cosas, obliga al medio a colocar los datos de los organismos estatales que se ocupan del tema que están hablando, así cuando es violencia de género se coloca el número 144 de asistencia a las víctimas.   Esta ley junto con la ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres, crearon un marco normativo para que se empiecen a cumplir estos objetivos.  

Nuestro gremio es uno de los más representativos en cuanto a paridad de género, más del 50% de la fuerza mercantil son mujeres, por esta razón el 6 de Marzo y por una moción previa, se declaró que la Asamblea General Ordinaria sesione bajo el nombre del “Día Internacional de la Mujer trabajadora” como homenaje a todas las empleadas de comercio.

En la misma, se destacó la lucha constante y el compromiso del gremio a través de la Secretaría de la Mujer y con el apoyo incondicional de nuestro Secretario General, compañero Armando Cavalieri, por lograr la igualdad de Género, por erradicar la violencia laboral, el acoso y lograr que más mujeres ocupen puestos de decisión y la brecha salarial sea cada vez más chica, rompiendo de esta manera con el famoso “techo de cristal” con el que muchas se han topado. 

Nos comunicó, con mucho orgullo, que para fin de año se inaugurará el Sagrado Corazón Medical Center, el cual contará con 4 pisos de atención exclusiva a la mujer.  Podremos realizarnos en un solo día todos los estudios necesarios para la prevención, detección y tratamiento precoz de las distintas patologías.  Noticia muy aplaudida y festejada por todas las presentes.

Sin dudas hemos logrado mucho, falta todavía mucho más por hacer pero estoy cada vez más convencida que el cambio no solo se logra con leyes, con marchas que hacen visible los problemas cotidianos, sino también con educación, con la deconstrucción de modelos impuestos por tiempos que ya no están, con el desafío de aceptar el nuevo paradigma que nos encuentra a mujeres y hombres caminando codo a codo, aportando cada uno, eso que lo hace único y diferente.  Queridos compañeros, el futuro es con ustedes, pero JAMÁS sin nosotras!