Desde muy temprano los/as afiliados/as comenzaron a arribar al predio, acreditando su identidad con el correspondiente carnet y DNI, disponiendo de todos los elementos de seguridad, tanto para su integridad física, como de salud e higiene debido a la pandemia por COVID-19, contando con postas con alcohol en gel, control de temperatura; un espacio al aire libre para presenciar la asamblea; una acreditación ágil; entre otros ítems que conformaron un protocolo acorde a la jornada.
Durante el transcurso de toda la mañana y parte del medio día, más de 3500 afiliados/as llegaron a las instalaciones en forma masiva y pacífica, con el único fin de participar de una jornada democrática y sufragar la gestión administrativa de la actual comisión directiva, encabezada por el Cro. Armando Cavalieri.
Sin embargo, cerca de las 13:50 hs el ambiente de compañerismo que imperaba se quebró por la aparición de un minúsculo grupo de afiliados/as y no afiliados, identificados con la agrupación “Granate Morada”, encabezada por el Sr. Ramón Muerza, quienes lejos de realizar el proceso de acreditación correspondiente ni respetar el protocolo sanitario, empujaron al personal de seguridad; amenazaron e insultaron a quien se cruzaban por delante; saltaron los molinetes de acceso y accedieron al salón principal con un único fin: suspender la asamblea.
Su irrupción en el salón principal, lejos de demostrar una actitud de diálogo, puso en peligro a quienes se encontraban allí, optando por empujar y arrojar sillas de plástico contra los trabajadores/as presentes, entre ellos/as, mujeres, adultos mayores, delegados/as y miembros de la comisión directiva que se encontraban ubicados en el escenario.
Al cabo de media hora, los agresores abandonaron el predio y fue posible desarrollar la asamblea de forma pacífica y democrática, ante la presencia de todos/as los/as afiliados/as que no abandonaron el predio, ni aún en ese lamentable escenario.
El Sindicato Empleados de Comercio de Capital Federal repudia enérgicamente este tipo de acciones, el patoterismo, los aprietes y forma violenta de hacer política, que lo único que lleva es a poner en riesgo la integridad física de los/las trabajadores/as y jubilados/as de comercio; por lo que sin perjuicio de las acciones judiciales iniciadas, queremos reiterar los valores que rigen a esta organización sindical: libertad sindical y democracia, construidas sobre la base del diálogo y consenso, sin lugar alguno a la violencia.
En los medios:
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